• El gran nivel mostrado por Benzema, Kroos, Modric y Casemiro no bastó para un equipo que acabó en blanco la temporada

  • El relevo generacional que debían liderar Vinicius, Rodrygo y Asensio no llega

Modric y Benzema, durante el partido contra el Villarreal

El Real Madrid finalizó en blanco la temporada tras ser incapaz de ganar ni uno solo de los cuatro títulos por los que compitió. Eliminado a las primeras de cambio en la Supercopa de España y en la Copa del Rey, la plantilla blanca hizo un esfuerzo tan grande como estéril para intentar ganar la Liga y la Champions. En el campeonato doméstico llegó vivo hasta la última jornada con una remontada agónica y al final solo le faltó un gol del Valladolid contra el Atlético para revalidar el título logrado la temporada pasada. En Europa alcanzó las semifinales pero se quedó a las puertas de la final tras ser caer contra un Chelsea superior durante los 120 minutos de la eliminatoria.

El primer curso en blanco en los últimos once años obliga al club a tomar medidas severas para remodelar una plantilla con deficiencias importantes. La falta de gol más allá del imperial Benzema (30 goles este curso) y la falta de un relevo generacional de garantías han penalizado al equipo de Zidane, lastrado también por la plaga de lesiones (más de 50) y los casos de covid que le han diezmado durante todo el tramo final de la temporada.

En un curso marcado por las adversidades, ha sido la vieja guardia del equipo la que ha dado un paso al frente para asumir el liderazgo en el vestuario y en el terreno de juego. Benzema, Casemiro y Modric (además de Courtois, con un peso cada vez más importante en la caseta) han elevado su nivel para mantener vivo al Madrid en las dos principales competiciones. El centrocampista croata, a sus 35 años, ha sido el tercer jugador de campo más utilizado por Zidane con 3.721 minutos disputados solo por detrás de Casemiro (3.940) y de Benzema (3.883).

Los tres integrantes de la medular han demostrado ser uno de los mejores argumentos competitivos del equipo de Zinedine Zidane. Los constantes problemas físicos de Valverde, que se ha perdido 19 partidos esta temporada, no le han permitido tener continuidad y Modric, tras su irregular curso pasado, ha recuperado su estatus de intocable y se ha ganado la renovación por una temporada más.

Sin relevo generacional

Benzema ha logrado superar la barrera de los 30 goles en un curso por tercera vez desde su llegada al Madrid y ha asumido casi todo el peso atacante de un equipo que, tres años después, sigue echando en falta el poder intimidatorio y goleador de Cristiano Ronaldo. El relevo generacional que debían abanderar Asensio, Rodrygo y Vinicius sigue sin llegar y el Madrid no puede demorar más el fichaje de un galáctico que desequilibre. Entre Asensio, Vinicius, Rodrygo, Mariano, Jovic y Benzema solo han sumado 13 tantos, registros del todo insuficientes para un club con las aspiraciones del Real Madrid.

En este sentido, la única buena noticia para el Madrid en lo que se refiere a sus jóvenes valores ha sido la explosión de Militao. Tras asumir un papel residual durante dos temporadas, al brasileño no le pesó la responsabilidad para liderar la zaga blanca en ausencia de Ramos, Varane o Carvajal. El central, que costó 50 millones de euros, se ha ganado tener un papel importante en el futuro inmediato del Real Madrid.