El director general deportivo fue entrevistado este lunes en La Jugada de Sevilla de Canal Sur Radio

Monchi fue el gran protagonista este lunes en La Jugada de Sevilla, de Canal Sur Radio. El director general deportivo, recién llegado de Vigo, comentaba precisamente para comenzar el cambio de planes anoche provocado por la niebla: «Son anécdotas de tantos viajes y, por suerte, con la felicidad de los tres puntos se asimila todo mejor. Pudimos descansar bien, lo importante era eso para el equipo, y aquí estamos». Pronto se entró en lo deportivo y en la figura de Lopetegui: «Yo asumo que los que somos personas públicas estamos sujetos a la crítica, y si es con respeto, se asume. Mi satisfacción con el entrenador es total y hay datos objetivos que son irrebatibles. Otra cosa es lo que podamos opinar de forma subjetiva. Es el entrenador con mejor porcentaje de victorias, con un 81% de imbatibilidad, el menos goleado… Pero todo es debatible y para eso estamos aquí. Y eso que no he hablado de títulos, de clasificaciones para la Champions…».

Sobre las críticas al estilo de juego, Monchi difiere: «A mí me encanta el equipo. El Sevilla de los tres últimos años me ha hecho disfrutar, vibrar y llorar de alegría. El primer año con un título, el segundo peleando por LaLiga hasta casi al final y este año, de momento, ahí arriba. Cuando perdemos me disgusto yo también, pero el equipo me gusta porque hace lo más difícil del fútbol actual, que gana mucho. Ayer, el Villarreal pierde 1-2 con Osasuna. La Real Sociedad gana al Mallorca en el minuto 92. Hemos visto sufrir a los grandes y hay una igualdad cada vez mayor. Este Sevilla tendrá defectos como todos, pero hay una virtud irrebatible, que gana mucho. Yo, bilardista que soy, me alegro mucho. Si ayer hay una cámara cuando acaba el partido, tengo que dimitir porque di muchos saltos. En esta vida, con tantos problemas, que alguien te dé felicidad es muy importante».

Además, quiso salir al paso sobre ese debate en otro sentido: «Al principio me enfadaba mucho, pero puedo entender que el juego no guste. Hay matices, porque un equipo que recibe tres goles en ocho partidos no puede jugar muy mal. Podrá no gustarte ofensivamente, en la estrategia… pero algo hará bien cuando no le tiran casi nunca. Es verdad que ofensivamente se puede decir que nos están faltando algunas cosas, pero no sé qué significa eso de que el Sevilla no juega a nada. Una delantera como la del Celta no te genera nada en la primera parte y muy poco en la segunda. Pero respeto y convivo con la crítica. La explicación es que la dimensión que ha alcanzado el Sevilla no permite derrotas. Cada vez estamos más cerca de los transatlánticos europeos y españoles en cuanto a repercusión, no a capacidad económica ni objetivos. Cuando uno consigue tantas cosas, la exigencia es mayor y sabemos que, en el Sevilla en el que yo jugaba, si perdíamos un partido no pasaba nada y eso ahora no ocurre. Ese crecimiento y esos objetivos hacen que generes expectativas que pueden llevar a la frustración».

«Ahora la exigencia es mayor, pero eso no nos puede llevar a la frustración»

Por otro lado, tiene claro que la exigencia tiene que estar equilibrada: «No quiero marcarle ninguna ruta a nadie y cada uno puede expresar lo que piensa, pero a veces esa frustración que genera la ilusión sobre el equipo, la frontera es pequeña con la desilusión. El equilibrio es necesario y está bien que llegue la crítica, pero si hay una crítica que a este equipo le impulse es la autocrítica. No hay nadie más crítico que el entrenador, el director deportivo y el presidente y vicepresidente. Somos exigentes y cuando se pierde un partido nos cuesta trabajo recuperarnos. Yo después de lo de Granada, después de mil partidos como director deportivo, tardé mucho en recuperarme. No quiero que quede un mensaje conformista, al revés, pero tampoco podemos perder el norte porque entonces sí hay problemas».

«El Sevilla es un equipo que no sorprende, no porque no tengamos alternativas, sino porque ya lo conocen y los rivales lo valoran como un equipo grande. Toman más precauciones y no es tan fácil el juego ofensivo. Estoy convencido de que mejoraremos la faceta ofensiva, pero no podemos decir que no juega a nada y que aburre. Ese argumento lo escucho casi todos los días y lo respeto, pero de estos ocho partidos en los que aburrimos, que alguien me diga un equipo que nos haya hecho sufrir. En todos hemos tenido opciones de ganar y el único que se perdió es en el que más ocasiones tuvimos».

«En estos ocho partidos no hay ningún equipo que nos haya hecho sufrir»

Y ya sobre otros asuntos, se le preguntó por el asunto de Koundé: «Jules es un tipo súper maduro y profesional. Su vuelta a la normalidad ha sido de las más fáciles de mi vida, sin hacer nada. Hemos dejado que corra el aire y tanto él como sus compañeros lo han gestionado perfectamente, con tranquilidad. Yo tengo una pequeña ventaja, que he sido futbolista más o menos bueno. Sé lo que es un vestuario y códigos que me sirven para gestionar el grupo. No hay que sentarse, hay que dejar que pase el tiempo».

Y de ahí a lo del miércoles: «Evidentemente, el grupo está súper igualado y solo un equipo ha ganado un partido, que es el Salzburgo. Esta doble confrontación con el Lille se me antoja fundamental porque no hay margen de error. No está bien en la tabla, pero si analizamos la plantilla me parece un plantillón que el año pasado fue campeón de liga, con una velocidad en ataque tremenda. Mal haríamos pensando que vamos a un campo fácil. Ellos también se la juegan el miércoles».

Sobre la Junta de Accionistas, afirma que su postura «es la más fácil porque yo soy un ejecutivo del club y tengo bastante con transmitir tranquilidad y normalidad. Es lo que me tiene al 100%. Llegará el día 26, el 27 habrá partido en Mallorca y todos tenemos que estar centrados en el día a día». Para terminar, sobre las renovaciones, confirmó conversaciones «con Fernando y algunos jugadores más. Diego Carlos ya renovó hace tiempo, pero hay cosas que, como con las lesiones, tienen su estrategia».