Los blancos, con un juego bastante plano, no fueron capaces de sobreponerse al Milan antes de su estreno liguero

Bale, en el que fue su regreso, falló un penalti en la primera mitad y Modric estrelló un balón en el larguero durante la segunda

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Rodrygo, durante el partido del Madrid este domingo ante el Milan

Un empate y muchas dudas. Eso fue lo que obtuvo el Real Madrid en su último partido de la pretemporada antes de encarar el comienzo de Liga. Los de Ancelotti, muy planos en ataque y correctos en defensa,  no supieron superar a un Milan también falto de ritmo competitivo.

Partidos de verano

Como en todo ensayo veraniego que se precie, el partido entre Real Madrid y Milan tuvo fases de muchas imprecisiones. Es normal. Las botas están aún algo aún algo desafinadas pues hace poco han sido chanclas. Los primeros minutos tuvieron un ir y venir algo alocado con Theo y Rafael Leao llevando peligro por el costado de Lucas Vázquez, hoy otra vez lateral por las bajas. Por su parte, el Real Madrid quiso abanderar sus ataques con estandartes del pasado: Isco y Bale. Y no le salió del todo mal. Ambos aprobaron.

Sobre todo el galés que, con el ’50’ a la espalda fruto de su anterior destierro, protagonizó las ocasiones más claras. Llegó incluso a fallar un penalti que él mismo provocó. Maignan, portero del cuadro italiano, le negó el gol con una buena parada. Como también se lo negó en su estreno a David Alaba que lo intentó con un disparo desde lejos minutos antes. Confianza, seguridad y personalidad en el estreno del ex del Bayern de Múnich. No le queda tan grande el ‘4’.

Segunda parte

Ya tras el paso por vestuarios, Ancelotti dejó en el banquillo a la mitad de sus hombres y puso en el césped a la otra mitad que no había saltado de inicio. Jugadores como Vinicius, Miguel Gutiérrez o Éder Militao tuvieron espacio para convencer a su entrenador. Y lo hicieron. Sobre todo el canterano que cada vez pone más en cuestión la participación de un Marcelo, ahora primer capitán, que sigue sin despertar.

En esas, Modric estrelló un balón en larguero y en la grada, llena y vacunada, se divertían haciendo la ola porque viendo fútbol era más complicado hacerlo. Brahim, como respuesta, lo probó también con un disparo desde larga distancia pero se encontró con una buena parada de Lunin.

Desde entonces, al partido le faltaron ocasiones y le sobraron sustituciones. Los jugadores parecieron conformarse al cumplir con el cuentakilómetros pero no lo hicieron con el marcador, que dejaron vacío. Y aunque ya se sabe que el resultado, en pretemporada, es lo de menos, el Real Madrid no pudo cerrar con una victoria su preparación y ya marcha con alguna baja y muchas dudas hacia el estreno liguero del próximo sábado ante el Alavés.