• El equipo de Zidane volvió a abusar de los centros al área, como ya viene siendo habitual toda la temporada

Zidane admitió tras el partido que no sabe qué le pasa a su equipo

No es ninguna novedad sino una tónica habitual en los partidos del Real Madrid. Pero sorprende que siga por esta senda cuando Zinedine Zidane, al término del partido ante el Alavés en el Di Stéfano (1-2), confiesa que no sabe qué le pasa al conjunto blanco. Y es que los merengue volvieron a usar y a abusar del centro al área, ya fuera en jugada, lanzamiento de falta o tras un saque de esquina, como casi único recurso ofensivo ante el cuadro de Pablo Machín.

Según las estadísticas del choque ofrecidas por Opta, los blancos lanzaron un total de 24 centros al interior del área en jugada y otros 6 de falta, a los que hay que sumar los 12 que ejecutaron desde las esquina. En total, pues, 42 balones ‘a la olla’ que obtuvieron el pírrico fruto de un solo gol, llegado precisamente de una pelota colgada que tras ser peinada por Varane y rematada por Vinicius fue remachada a gol por Casemiro.

Otro dato que abunda en este abuso: de estos 24 centros de jugada, hasta 11, casi la mitad, fueron ejecutados por Lucas Vázquez, el sábado de nuevo improvisado lateral diestro merengue. El papel de los laterales, sin embargo, fue claramente descompensado ya que el señalado Marcelo, desde la izquierda, apenas colgó dos balones a sus compañeros de ataque en busca del remate. El brasileño, por cierto, ha sido titular en las cuatro derrotas encajadas por el Real Madrid este curso. Y de los seis partidos que ha disputado de titular sólo ha ganado dos.

Que el centro se ha convertido en el principal y casi único recurso ofensivo del Real Madrid lo ratifica otra cifra: los de Zidane apenas intentaron el ‘uno contra uno’, firmando sólo 6 regates buenos a lo largo de estos 90 minutos. Hasta el Alavés superó este listón, con 7 regates buenos.

Esta media docena de regates los firmaron Kroos (2) y Lucas Vázquez, Mendy, Modric y Hazard, con uno por cabeza. Vinicius, en los 27 minutos que estuvo sobre el campo, no firmó ni un regate bueno, aunque sí uno malo, además de dejar la estela de 6 balones perdidos.